sábado, 26 de febrero de 2011

SIN ESPACIO CEREBRAL



Los incidentes transcurrieron de manera precipitada. Aquel hombre empuñaba su arma con decisión, sin semejante autocontrol, hubiera rebentado la cabeza del insensato que se atrevió a dispararle por la espalda. Miró con frialdad, analizando cada centímetro de su organismo residual. El sudor le recorría la frente con suavidad, su dedo retorciendose como una serpiente sobre el gatillo propulsó el disparó final. Se retiró sin prisas, arrancó su coche y se dirigió a la playa. Los primeros rayos de sol circumbalaban el fruncido ceño de Juan, sus ojos chispeaban tranquilidad. El mar asomó sólido, con olas redondas, al llegar al aparcamiento se encontró con Julian, su amigo.Esbozó una sonrisa, saludándolo con entusiasmo mientras se colocaban el traje de neopreno, cogieron las tablas y se dirigieron con cautela a la rompiente. En la primera serie Juan remó con decisión, desplazó con fuerza, se afianzo en el tubo, de repente el vacio más infinito se reprodujo ante sus ojos, vió el arrecife saliente bajo sus pies, resbaló y su cabeza se estrelló contra el afilado arrecife. Murió, desangrado por su propia ira, fue tribunal, juez y verdugo. El mar y los elementos fue su tribunal, la ola el juez y el arrecife su verdugo. Se volatilizó su alma en el corazón del arrepentimiento más brutal jamás conocido por el hombre. Su tiempo se paró de repente de la forma más inesperada. Cuestión de tiempo, cuando volvió en vida, después de miles de reencarnaciones violentas. En la última de ellas dejó de ser violento para preguntarse: ¿Quién es el alumno y quién el profesor?, su reflejo le contestó de inmediato. Un día eres alumno y otro profesor.

miércoles, 23 de febrero de 2011

El Quiosco



En 1989 y durante una excursión del colegio a Barcelona, el autobús paró en un semáforo, justo enfrente de una librería que exponía sus revistas a los transeúntes de la calle principal. Justo a mitad de estantería me fijé en una bien curiosa, donde había un surfista (Marthy Thomas), realizando un snap o un cutback y el logotipo principal no lo podía ver. Era viernes y justo el domingo le comenté a mi padre que si me llevaba a Barcelona a por la revista, pues se la quería conseguir a mi primo que ya hacía surf. Recuerdo el trayecto hasta la librería, pues pensaba que no estaría, pero quien la podría comprar, al llegar, y en estado de ansiedad catatónico, la veo y su título es TRES 60 surf, la compro (creo recordar que era el número 11), y la leo y la vuelvo a leer, un hallazgo singular. Posteriormente ya encontraría la surfer rule, marejada (sólo salieron dos números), y otras tantas publicaciones. Pero esta entrada, también era para agradecer a la Sra. Amalia, la del quiosco de al lado de mi casa, que cada dos meses me traía el Tres60, una quiosquera del barrio, que hizo posible que tuviera información de lo que se cocía en la actualidad en el mundo del surf. Ahora con internet las cosas han cambiado, el quiosco ya no existe allí, pero un día vi a la Sra. Amalia y me dijo:" hijo mío todavía sigues surfeando... a lo que respondí si, siempre que puedo.

jueves, 3 de febrero de 2011

Días de Inspiración



Expeditivos reflejos adyacentes que generan perturbaciones mentales visionarias. Momentos que no han vuelto, sólo tuve una temporada a propiada, ahora mismo no puedo ni volver a crear estas visiones ilusioras, pero aquí photoshop me ayudó a plasmar las olas, hice más creaciones, incluso las iré colocando en el blog, hay una de ellas que plasmé tras un sueño perverso, y al final resultó ser un tributo a nuestra Barceloneta más underground. Tu sonrisa es mi sonrias, tus alegrías son mis alegrías, tus sufrimientos también son los míos. Todos somos iguales aunque pervertidamente diferentes. Creaciones desde el más allá, así llamo a las rubricas creativas que desaceleran mi consciente más inconsciente.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Surf Australia... Sin texto...

Surfers Point, Margaret River from Martin Øen on Vimeo.

Esquinas Mediterraneas...





La visualización fotográfica propia de los rincones menos exquisitos y lejanos, incómodos, llenos de vida, focalizando tus temores, abrasiones, compasiones, complaciencias... Que más... sólo se me ocurre mostrar al mundo cosas que no existen, que están, pero no siempre se dejan ver... Cuándo las ves, dices, joder con el mar, es increible, es egocéntrico, se esconde como una serpiente en invierno. Pero éstas serpientes sólo salen en el crudo y duro INVIERNO.