Pero nadie habla del surf que no existe. Es el surf de la minúscula marejada, de aquellas que nadie habla. De la que pasa inadvertida a ojos de miles de personas, y que unos pocos disfrutan ante los ojos de Neptuno.
Y como transmitir el conocimiento de la detección, la lectura del mar más allá de sus propios límites. Son baños inesperados, son procesos mentales abiertos a la expansión del entusiasmo, del pequeño ensayo, que la naturaleza se marca de tanto en tanto. Neptuno fabrica lo bueno, lo detestable y el surf que no existe.
El verano, es sin duda alguna, un banco de pruebas muy juguetón, y aquí en el Mediterráneo más veraniego, si no sabes jugar, Neptuno te dará su jaque y mate, para que una vez por todas lo dejes.
Ya lo dice JigSaw: "... Vamos a jugar a un juego... Vivir o morir, tú decides..."
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