En Barcelona, ciudad "cool" y parque jurásico de modas intrascendentes (entre ellas el SURF), se ha perdido el sentido común, la educación, las formas y un largo etcétera, que como empiece a nombrar, van a caer árboles y selvas enteras.
Punto 1°:
¿Como puede ser que las escuelas de surf manden a sus alumnos más avanzados (éstos todavía ponen la puta rodilla para hacer el take off) a zonas complejas de olas?
No se entiende pero es así, ellos facturan, viva la puta pasta, y después estos alumnos dicen esta frase
"claro neng, si yo veo tubos en una playa no te los voy a dejar a todos..."
-"claro, y como todavía pones tu puta rodilla encima, te da tiempo a fumarte un puro, cascártela y de paso hacerte un barrell del copón bendito..." (Contesta un surfer normal). Así día tras día.
Punto 2° y último:
Lo que no saben todos éstos alumnos, que en menos de los que ellos creen dejarán el deporte en breve (échale dos años o menos). Total: se han gastado un dinero en una escuela de surf (le hubiera salido más provechoso hacerse un máster, conseguir una beca y con ese dinero financiarse una tabla y un neopreno he ir aprendiendo poco a poco).
Amigo de la escuela, sobre todo la de aquí, ciudad condal, no manchen el nombre corporativo, antes se llamaban "Jerónimo" y ahora tienen por nombre hawaiiano, el que todos conocéis, lástima que los que crearon esta marca no vean las invasiones que realizan en la Barceloneta, punta a punta. Una pena. Surf is DEAD.
Ahhhh!!!!! Una última cosa, si no os gusta lo que digo, simplemente no lo leáis.