miércoles, 29 de agosto de 2012

Entender el Surf


Las reflexiones más austeras e inservibles del mundo del surf, te pueden reportar sensaciones y aspectos diferentes, según el momento. Hace unos días, junto a un grupo de surfers catalanes nos configuramos un surfari inusual, unos llegaron antes, otros después, algunos incluso siguen en tierras cántabras entre Ajo y Liencres se apañan la vida como pueden. Y es en este punto de inflexión, donde después de compartir baños con mi gente en tierras peninsulares norteñas, llego a la conclusión de que el surf es algo más profundo, que llevar el último diseño de tabla o traje de neopreno, o de las pegatinas más llamativas y del diseño de los bañadores o cualquier tonteria que se os ocurra. Y lo más grande de este deporte que practicamos, es el deslizamiento mental. Ese deslizamiento propicia superación personal. Os cuento el caso que la hermandad catalana nos encontramos en una de esas playas. Una chica de Valladolid y otra de Madrid, se apuntaron a un curso de surf, durante una semana, la chica de Valladolid con miopia bastante elevada y la de Madrid fumadora de dos paquetes de tabaco diarios.

Os pongo en situación, las dos chicas eran nuevas en esto del surfing, y la verdad la imagen que los propios surfistas propiciamos del deporte es LAMENTABLE, lo pongo en mayúsculas para que lo léais bien. Cuando escuchaba lo que ellas pensaban del surf y los surfistas me aterrorizó por momentos. Adjetivos tales como: el postureo, los rubios teñidos, ropas, chulería y la sensación de estar rodeados de fantasmas. Que pasote... Hasta que empezamos a describirles otras cosas de las olas y de lo que significa el surf en la vida de las personas que lo practican, o que lo practicaron. Entonces su percepción cambió de nuevo y vieron que ésto del surf es como la vida misma, unos lo hacen por moda, otros por experimentar algo nuevo, otros porque vieron los vigilantes de la playa, otros porque vieron fotos en una revista... En fin mil motivos.

Y a que viene tanta parrafada, pues el echo es que estas dos chicas, con sus carencias fisicas y de tabaquismo, se esforzaron más a raíz de entrar en contacto con las olas. La Vallisoletana pese a su miopia se lanzó al agua a surfear y la chica de Madrid dejó de fumar sólo para poder llevar la tabla de la arena a la playa, y estos dos aspectos me llamaron mucho la atención. Se esforzaron, lucharon y dejaron de lado sus carencias y obstáculos para poder deslizarse por las olas, entonces aquí les lancé esta expresión: "...entonces muchachas  ya estáis haciendo surf...".

El surf no sólo es coger olas, tubos y maniobras, hay otras personas ajenas al mundo de las olas que prueban el surf y se quedan atrapadas por su encanto o por su moda. Quizás, después de 22 años de surf ahora empiezo a entender el sentido de éste deporte tan mental como físico.

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