martes, 13 de noviembre de 2012

El origen

Sin las fluctuaciones adversas que impermeabilizan la piel de los extraños, y de aquellas confusiones inherentes regadas de inseguridades, acotadas por el viento frio del norte. De como las flores, las plantas y los arboles generan su propia vida devastadora, estaticos en el suelo que les dio la vida, sin pedir nada a cambio, solo florecen sus tentaculos reproductores hacia la perfeccion mas infinita, jamas conocida por el hombre.

El ser humano, desarraigado de su propia naturaleza, excluido del sistema natural y patentado con marcas de su eliminacion mas brutal. La tierra nos dio la vida y le debemos todo. Han pasado miles de años, miles de evoluciones, errores, controversias, pinceladas, aglomeraciones estoicas de los genes evolucionados, para que TU, que lees esta entrada, sentado en tu silla o en cualquier lugar del mundo, puedas existir, y el que escribe pueda escribir.

La existencia no es gratuita, y el pago que se realiza por pasear por los amaneceres, atardeceres, playas, montes, bodas, comuniones, comidas, diversion, trabajo... Tienen su precio. SENCILLEZ, diria mi abuelo. Pero mi abuelo tambien decia: EN PEORES BATALLAS HEMOS LUCHADO.

Sobrevivir, que palabra tan malgastada en el capitalismo acerrimo, donde la destruccion del projimo, sea la meta mas asociada. Reflexiones del paramo, inflexiones de la propia vida.

Si la lluvia que aterriza fluctuante en nuestra piel contuviera trazados de sabiduria, no seriamos los extraños.



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