El título lo resume a la perfección. Día de locos. Primera hora de perfección glassy, medio cuerpo, nadie en el agua. Sólo el sol, las olas y un amigo habitual de los baños invernales. Después, la locura: bañistas, socorristas, policía y mucho irresponsable suelto. Lo peor, la muerte de un bañista a manos del mediterráneo, curiosamente, sucedió al poco de que los socorristas finalizaran su jornada laboral. También vimos las llamaradas de Vallirana. En fin os dejo documento gráfico de los echos. Saludos y no desesperéis, ya queda poco para el otoño, muy poco.
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