Lo más difícil que he llegado hacer en mi vida, ha sido poder prescindir de mis pensamientos terrenales y convertirlos en pensamientos acuáticos. Cuando mis pies pisan una tabla de surf para aprovechar la fuerza cinética, que imprimen las ondulaciones del mar, estas son las sensaciones que mis pies y yo mismo me encriptan:
-Vuelo.
-Fricción.
-Retracción.
-Satisfacción.
-Entusiasmo.
-Miedo.
Después cuando salgo del agua y vuelvo a la ciudad para seguir trabajando esto es lo que siento:
-Cólera.
-Desesperación
-Cinismo.
Y cuando llego a la cama, para descansar, pienso: mañana más... más de todo. La vida son sensaciones emocinales, y entonces entro en trance, mi alma escapa de mi cuerpo y empiezo a imaginarme el futuro, que proyectos haré, que olas cogeré.
Disfruta el presente y cuando duermas construye el futuro. Eso es lo que me reporta el surf.
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