Creaciones Involuntarias.

Es aqui donde la orquesta manda sobre los músicos, o donde los músicos enlazan todas sus orquestas. Grandes orquestas se han denominado, otras han partido al patíbulo. Donde mis oidos no llegan, llega mi olfato. Sin duda mis músculos contraidos restriñen todo vestimento arquitectónico dandole al cemento una virtud vigorosa y llena de engaños. Donde las blancas flores someten imperceptibles lamentos, llenos de ira y de rabia, donde los armamentos destruyen a las personas que andan. Con sus putos argumentos encuentro horrendos esperpentos, esperpéntico denota soberbia, cuando las raices cuajan sin ademán peregrinero. Peregriné con ellos, con sus estúpidos atuendos. Liberad ostras salvajes, reconcorosas sombras que me persiguen y sin darme un castigo lento. Que vagaje más espléndido... Anda, lárgate antes de que sople el viento.