jueves, 19 de agosto de 2010

SIN TITULO. EL TEXTO SIN TEXTO

En una entrada tan extraña como ésta, busco en el espacio en blanco un respiro de preguntas elocuentes y altamente incontestables. Ni que decir de nuestro verano tan singular. Un verano lleno de playas, bañistas y otros seres de dudosa procedencia. En esta espacio en blanco, que ahora relleno, me desquito de algo llamado la sombra negra del surf. Siendo este un blog extraño, no propicio para mentes inteligentes o inquietas, preciso de el entusiasmo de las personas, ese entusiasmo que contrae emociones, que revela secretos, que disgusta al prójimo. El prójimo requiere de ayuda, el viento dejó de soplar, y el prójimo me mira con lágrimas caídas en infinitas cataratas, hojas afiladas; el olor de la arena mojada transporta recuerdos de la infancia, de cuando comprábamos los colajet y nos tocaba un premio. De los robos de madera para construir nuestra hogera de San Juan. De los recuerdos invernales de navidad, del primer colocón, del segundo colocón. Que hay de cierto en todos nosotros y que hay de mentira en nuestro interior, que tipo de rabia amplia y desafía todo conocimiento adquirido durante años de instrucción mental. Ahora la instrucción mental corresponde al oficio del sicariato, el sicario le miró fijo y sin mediar palabra, le dijo al oido: "Vete hermano, hoy te indulto". Joder con el sicario, se cree Dios... Y después vino aquel señor que robó un banco y en el transcurso del robo un policía le pegó un tiro en la pierna, el ladrón le disparó seguidamente matándolo. Salió del banco a toda prisa, fue a un médico que conocía con un botín de 25.000.000.000...de euros(no me caben los ceros), el médico le curó, y el mismo ladrón le dió 100 euros por extraerle la bala, claro que no pudo resistirse y lo mató, le cogió los 100 euros y se largó con la receta de una medicina que le debía quitar el dolor del impacto de la bala. Seguidamente y cojeando se fue al farmacéutico para que le preparara la dosis, el farmacéutico algo viejo y lento se la preparó, pero el ladrón sabía que si la tomaba se dormiría, decidió pues reservar billete de avión, y decidió también tomárselas en el avión. El nieto del farmacéutico fue enviado a casa del ladrón pues el preparado fue equívoco y en su lugar le dió puro veneno, solamente tomándose 2 pastillas de aquellas el ladrón moriría. El nieto fue hasta su apartamento, el ladrón pensó que el chico venía para denunciarle y le pegó un tiro, al llegar la policía, el ladrón ya estaba montado en el avión, entonces el farmacéutico vió a su nieto muerto y el policía le preguntó: ¿porqué mandó al chico a ésta dirección?, a lo que el farmacéutico contestó: - pues el señor que vive aquí le di una medicina equivoca, le dí veneno y si toma esas pastillas morirá... A lo que el policía contestó: "no se preocupe, de un modo u otro lo atraparemos...". En el avión el ladrón tomó sus dos pastillas, pensando que le calmaría el dolor, y vaya que si se lo calmó, al poco murió. Y ahora está etiquetado junto al policía del banco, el médico y el nieto del farmacéutico. Desahogo por la falta de olas jejejejje.

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