En la perpetuidad absoluta del fanatismo existencial, se encontraba la esencia de la itinerancia propia. Los lascivos movimientos de su contorneo incesante, hambriento de sed, de poder, de saciedad, de todo el conjunto por el retorcido escaparate social, se vislumbraban en un entre dicho de raiz artesanal. Ni los Dioses mas grandes de la historia consiguieron saciarlo ni satisfacerlo. Solo consiguieron furia y horrores de exterminacion visceral, del alma del hombre que muere; solo se conserva una milesima parte energetica que recubre nuestro planeta, la zona vacia o indeterminada. Esa energia pasa a neutralizarse con la piel de todos los humanos que residimos en esta blasfemia bancariaeconomicasinremordimientos. El "prana", la energia. Recordad pues, que cada milesima de tu secuito cuerpo no es mas que parte del cielo, tierra, mar, aire y fuego.
Por cierto... las fugaces ideas desatornilladas son los mejores balsamos para la salud.
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