martes, 14 de julio de 2015

Despejen la "X".


Vamos a jugar a un juego... Ustedes marcan las reglas, nosotros despejamos las "X". Eso debió pensar el municipal agazapado con su uniforme colegial, de cejas depiladas y torso juvenil. Empuñando su pistola, sudoroso, mientras la socorrista, empapada en sudor proyectaba miradas lascivas a su colaborador de acciones.

En la parte inferior del cañón de la pistola, yacía inmóvil, un surfista "hipster" de barba frondosa y adeudada, sus pensamientos se limitaban a lo frío que resultaba el arma del municipal, apuntándole, con temblores y respiraciones propulsadas como cohetes  pirotécnicos.

Horas antes a estos sucesos, Oriol Puig i Cassernes, ese era su nombre, salió de casa, con su sonrisa habitual, relamiéndose las barbas crecidas, molan que te cagas (pensaba por dentro), enganchó su tabla y se dirigió a la playa en busca de unas ondulaciones veraniegas (¡¡ ILUSO !!), a orillas de un Mediterráneo moribundo.

Al llegar a la playa se encontró unas olas medio metreras (1/4 de rodilla en realidad), y observó que los bañistas no estaban cerca, pagó la zona azul y corrió veloz al agua. En su segunda ola un silbido estridente lo perturbó, la socorrista, le llamaba, ¡¡ven aquí  ya!! Oriol pensó, si he ligado y todo, esta noche seré su flotador rojo (encima de lascivo y perturbado, idiota). La socorrista le dijo que saliera del agua a lo que Oriol le contestó -¿quieres cenar conmigo, esta noche?-, pues claro que no!!!!!! Fuera del agua, ¡¡YAAAAAA!!

Ante la cara de Oriol Puig i Cassernes, y los argumentos de que no había nadie en el agua, Oriol desobedeció la orden, a lo que la socorrista dio el aviso pertinente y allí se presentó la patrulla... Con sus pelos peinados por un viento olor crema, un aceitoso incesto clima subtropical falso, camuflado de pestilentes idearios playeros, donde el sudor chorrea por el agua, dejando la superficie tan tensa, que parece perder la frescura invernal. 

Oriol se resistió y al final tuvo que obedecer, tras perder los estribos, el municipal con número de placa "XXXX", empuñó su arma y lo redujo. De fondo una música coreaba "Surfing U.S.A, la California yeah, 🎼🎵🎶🎼🎵🎶🏄🏄!!!!!!!!!!!"

Oriol Puig i Cassernes despejó las "XXXX", y en un acto de valentía, aderezó su mano hacía el gatillo de la pistola y ayudó apretarlo al municipal, mientras el hombre con número de placa "XXXX", se distraía con el sudor sinuoso de la socorrista... la potencia del disparo, salpicó de sangre sus caras, pasando a un estado de shock y alteración nerviosa brutal... Mientras el niño cogía una pala de arena y cavaba con ritmo... -Hijo, ¿porque haces un agujero tan grande?-... 

-Sí, mama, es para ese señor de la tabla, ha muerto, tenemos que enterrarle.

La madre no daba crédito... Rock and Roll.

P.D: esta entrada se la dedico a: Ayuntamientos con playas (costa Mediterránea), a las autoridades que velan por nuestra seguridad, a todas las empresas de socorristas (¡que pagáis unos salariazos!!!) y que gestionan nuestra seguridad ¿en el mar? (siempre las del Mediterráneo), y a todos aquellos ignorantes que por desgracia no saben una mierda, ni del mar, ni de la vida ni de nada. Un saludo. Oriol, pobre Oriol.

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